How to care for and maintain the pH of the skin?

¿Cómo cuidar y mantener el pH de la piel?

El pH de la piel está constantemente expuesto y vulnerable a diferentes agentes externos agresivos para la piel. Y si además se utilizan cosméticos alcalinos, esto acaba alterando por completo el pH de la piel.

Después de usar un limpiador alcalino, pueden pasar hasta 12 horas para que la piel recupere el equilibrio del pH. Por tanto, para mantener el pH se requieren productos de limpieza suaves con un pH neutro o ligeramente ácido para no debilitar el manto ácido.

Es fundamental evitar exponer la piel a altas temperaturas y realizar cambios bruscos, especialmente al ducharnos. Ya que esto perjudica mucho el pH de la piel.

Para proteger el pH de la piel es necesario utilizar cosméticos naturales que sean de calidad superior.

Lo ideal para cuidar y mantener el pH de la piel es realizar una rutina de cuidado facial con productos 100% naturales . Estas rutinas deben realizarse dos veces al día, una por la mañana y otra por la noche.

El mejor aliado para restablecer el pH en la piel del rostro es el tónico facial, siendo especialmente recomendable el agua de rosas. Este producto está enfocado a mantener el pH en su nivel natural.

Beber suficiente agua y llevar una dieta saludable son esenciales para una piel sana. Una dieta rica en frutas y verduras aporta vitaminas y antioxidantes, que mantendrán el pH equilibrado.

Los rayos del sol también afectan mucho el pH de la piel, por lo que el uso diario de protector solar es fundamental. Este producto proporciona una mayor protección a la piel.

Las mascarillas faciales que tienen un efecto revitalizante también ayudan a restaurar el pH de la piel. Sin embargo, sólo debes optar por aquellos que estén compuestos por ingredientes naturales.

Consecuencias de alterar el pH de la piel

Cuando el pH de la piel alcanza valores alcalinos, su equilibrio natural se altera, lo que significa que no se pueden sintetizar los lípidos esenciales y la piel pierde agua. Esto hace que la piel se deshidrate.

Si se altera el pH de la piel, la función de barrera protectora se ve afectada y la piel se vuelve sensible. Cuando la piel está expuesta y vulnerable, es susceptible a infecciones y enfermedades como la dermatitis atópica o la rosácea.

Cuando te lavas el rostro con jabones o limpiadores faciales inadecuados, además de alterar el pH, estos favorecen el crecimiento de bacterias en la piel e inhiben la función protectora.

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