Paso 1: desmaquillado
¿A veces tienes ganas de quedarte dormido después de un largo día o de una noche agitada sin desmaquillarte? Lo sabemos, pero también sabemos que desmaquillarse es un verdadero ángel de la guarda para nuestra piel.
Este importante paso de cuidado elimina el maquillaje y libera la piel de las influencias ambientales nocivas. ¡Deja que tu piel respire nuevamente gracias al agua micelar, aceite limpiador y más!
Paso 2: limpiar
Primero, el desmaquillado, luego la limpieza: Inmediatamente después de desmaquillar, la espuma limpiadora y el gel limpiador liberan la piel de los restos de maquillaje rebeldes y la preparan así para los siguientes pasos de la rutina de cuidado facial.
Cada tipo de piel tiene su limpiador favorito. En pieles normales, lo mejor es utilizar un producto con textura similar a una loción, que mantiene la piel en equilibrio y le aporta una luminosidad saludable. Para pieles mixtas, en cambio, es más adecuada una variante con una consistencia similar a una espuma, que limpia eficazmente las zonas grasas del rostro sin resecar demasiado las zonas secas.
Para las pieles grasas se pueden utilizar diferentes productos de limpieza, con los que es mejor mimar la piel dos veces al día. La piel seca está especialmente contenta con el tratamiento con productos de limpieza que han sido desarrollados especialmente para pieles sensibles y proporcionan hidratación adicional.
Paso 3: tóner
Una pequeña recomendación para todas aquellas que todavía no se han enamorado del tónico, también conocido como tónico facial: ¡llévelo al armario de belleza! Este favorito de belleza elimina los últimos residuos y contaminantes después de la limpieza y, al mismo tiempo, asegura que el valor del pH de la piel se reequilibre.
Puedes aplicar el tónico sobre el rostro ya limpio con un algodón. A la hora de elegir el tónico adecuado, también es importante prestar atención al tipo de piel y al etiquetado correspondiente de los productos, así como, para una limpieza suave, seleccionar productos sin alcohol.
Paso 4: suero
Los sérums faciales aportan un auténtico toque de cuidado a la piel con tan solo unas gotas. Después de la limpieza, los ingredientes activos penetran profundamente en nuestra piel y pueden satisfacer mucho mejor nuestras necesidades especiales. Proporcionan un bonito brillo, reducen las pequeñas arrugas y hacen que la piel brille desde dentro.
Lo mejor es dar palmaditas suaves al suero con los dedos y luego dejarlo actuar durante unos diez minutos antes de seguir el siguiente paso de cuidado.
Paso 5: Crema para ojos
La piel del contorno de ojos es especialmente fina y sensible, por lo que recomendamos una crema de ojos especial para esta zona. Esto proporciona una rica hidratación y evoca una apariencia fresca y alerta.
Nuestro consejo: para obtener un efecto refrescante, puedes guardar la crema para los ojos en el frigorífico y luego aplicarla directamente en el contorno de los ojos.
Paso 6: Crema facial
Por último, pero no menos importante: la crema facial. Las influencias sobre nuestra piel son diversas, y también lo son las cremas con las que podemos mimarla. La crema que mejor se adapta a tu piel depende de tu tipo de piel. Déjate guiar por las instrucciones de cada producto a la hora de elegir, pero independientemente de si tienes la piel seca, normal, madura o grasa: la crema facial adecuada es el último paso en cualquier rutina de cuidado facial.
Consejo de un experto: peeling y mascarilla facial
Otra pieza del rompecabezas de la rutina de cuidado facial son los exfoliantes y mascarillas. Sin embargo, estos no deben incorporarse al ritual de cuidado todos los días, sino sólo una o dos veces por semana, inmediatamente después de la limpieza.
Un peeling elimina las células muertas de la piel y garantiza así un cutis de poros finos. Que una esponja exfoliante o un exfoliante sea lo adecuado para usted depende nuevamente de su tipo de piel y de sus preferencias individuales.
También puedes completar tu programa de cuidados con una mascarilla facial calmante que, adaptada individualmente a tu cutis, aporta a la piel hidratación, elasticidad y un bonito brillo.